Aunque existía la advertencia de multas y arrestos por reuniones en público en Irlanda del Norte debido al avance de la Covid-19, más de mil personas se manifestaron en Belfast para exigir justicia por el asesinato de George Floyd a manos de policías estadounidenses.
A diferencia del pasado miércoles 3 de junio -donde se contabilizaron más de 2 mil personas en City Hall-, ahora los manifestantes respetaron el distanciamiento social y usaron cubrebocas, pero en todo momento estuvieron vigilados por elementos policiales y rodeados por blindados.
Irlanda del Norte tuvo su explosión pacífica en Belfast y Derry, y pese a las críticas del gobierno y las amenazas de los uniformados, el clamor antirracista tuvo nuevamente eco en la capital norirlandesa.









